El procedimiento, que se ha aplicado sólo 25 veces en todo el mundo, consiste en transferir células de otro hígado, sin necesidad de trasplantar el órgano entero
ELPAÍS.com – Madrid – 21/05/2008
Una niña de 12 años con un déficit metabólico ha sido la primera paciente en someterse a un trasplante celular hepático en España, una operación mucho menos invasiva que un trasplante de órgano. Esta técnica se basa en la recuperación de la función del hígado en pacientes con problemas graves a través del trasplante de células procedentes de otro hígado sano.
El Hospital Universitario La Fe de Valencia es uno de los primeros centros del mundo en aplicar este procedimiento, según informó ayer el conseller de Sanidad, Manuel Cervera, y el jefe de la Unidad de Cirugía y Trasplante Hepático del centro valenciano, José Mir.
La operación se realizó el martes a una niña natural de la Comunidad Valenciana, que tenía un déficit metabólico en el ciclo de la urea (Ornitina Transcarbamilasa), una enfermedad que afecta a 1 por cada 15.000 nacidos vivos en España. Este déficit se caracteriza por la falta de una enzima que hace que no se toleren bien las proteínas. De este modo, el propio cuerpo genera unas toxinas que provocan descompensaciones fuertes de la enfermedad que pueden tener repercusiones graves en el sistema neurológico, pudiendo desencadenar un coma y otras lesiones graves.
El conseller Cervera ha apuntado que «en todo el mundo se han realizado cerca de 25 trasplantes celulares hepáticos en pacientes con metabolopatías congénitas, tomando los datos publicados en la literatura médica».
El objetivo de este trasplante es hacer funcionar el hígado de la niña para que produzca la enzima que le falta y conseguir así una posible recuperación o evitar las descompensaciones de la enfermedad, que le provocan graves consecuencias. Se divide en dos partes, la primera consiste en procesar, extraer y congelar las células (hepatocitos) procedentes de un segmento de hígado (split) que no iba a ser empleado para trasplante.
La segunda se centra en la infusión de las células a la paciente, a través de la vena porta, por parte de los miembros del Servicio de Gastroenterología Pediátrica y la Unidad de Cirugía y Trasplante Hepático.
Una técnica poco invasiva
Este tipo de trasplante puede servir de puente hasta el trasplante de órgano entero en casos de enfermedades hepáticas graves en lista de espera así como en enfermos con fallo hepático agudo, al tiempo que puede ser una alternativa para pacientes con enfermedades metabólicas congénitas, como el caso de la paciente trasplantada.
Al tratarse de un método menos invasivo que el trasplante de hígado convencional, presenta numerosas ventajas: no requiere cirugía, ofrece la posibilidad de utilizar células de un único donante para varios receptores y presenta una menor morbilidad, mortalidad y coste.
Además, su aplicación permite maximizar los recursos de la donación, ya que admite el empleo de hígados no aptos para el trasplante, de los que se obtendrán las células que se trasplantarán al paciente.